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Monday, November 11, 2013

Sin Messi también hay pegada

 

Aguanta firme el Barça como líder invicto de la Liga. Y, mientras se discute sobre su fútbol, aumenta su ventaja en la tabla por el dominio que tiene de las dos áreas: la ajena, cosa lógica por la pegada de sus delanteros, y la propia por la presencia del gigante Valdés. El guion de cada jornada le alcanzó también para ganar en campo del colista, que sorprendentemente es el Betis. El portero estuvo soberbio con 0-0 y Neymar, Pedro y Cesc marcaron las diferencias cuando se lesionó Messi: 1-4.
La trayectoria azulgrana tiene mérito porque rota mucho el equipo, apenas cuenta con Messi y sus exquisitos volantes, protagonistas de las últimas ediciones del Balón de Oro, como son Xavi e Iniesta, han perdido influencia en el juego respecto a volantes exuberantes como Cesc y delanteros excelentes en el mano a mano, muy pocos como Neymar. El fútbol barcelonista no tiene tanta continuidad y, en cambio, ganó pegada. Ya no es un equipo de fútbol control sino de excelentes momentos.

BETIS, 1 - BARCELONA, 4 

Betis: Sara; Steinhöfer, Caro, Jordi Figueras, Nacho; Xavi Torres, Nono (Matilla, m. 75); Vadillo, Verdú (Chuli, m. 63), Juan Carlos (Dídac Vilà, m. 67); y Jorge Molina. No utilizados: Andersen, Amaya, Braian y Cedrick.
Barcelona: Valdés; Alves, Bartra, Puyol, Montoya; Xavi, Song, Cesc (Sergi Roberto, m. 80); Pedro, Messi (Iniesta, m. 21) y Neymar (Tello, m. 73). No utilizados: Pinto, Mascherano, Adriano y Alexis.
Goles: 0-1. M. 36. Neymar. 0-2. M. 37. Pedro. 0-3. M. 63. Cesc. 0-4. M. 79. Cesc. 1-4. M. 92. Jorge Molina, de penalti.
Árbitro: González González. Mostró tarjeta amarilla a Valdés, Juan Carlos, Xavi Torres y Alves.
Benito Villamarín. 40.228 espectadores.
Ahora mismo es un equipo de juego más racheado, impulsivo y desbocado, de puntas de fútbol cuando se trata de poner goles. El pragmatismo no excluye en cualquier caso jugadas exquisitas como la del tercer gol, que evocó a la versión más admirada de los azulgrana, cuando tocaban hasta hipnotizar al contrario y se movían por la cancha con la suavidad de un Rolls Royce. Al Betis, que se arrancó a jugar durante unos buenos minutos, le perdió su fragilidad defensiva: 17 tantos en seis partidos.
Desvencijado por las lesiones, a Mel le costó cuadrar la alineación: hizo de la necesidad virtud. Nadie le reclamó nada. Martino, en cambio, se la jugó desde la abundancia con las rotaciones: cambió a medio equipo, tocó todas las líneas e impuso una nueva columna vertebral. No estaban Piqué, Busquets ni tampoco Iniesta, que calentó sorprendentemente banquillo en vigilias de incorporarse a La Roja. El plan apenas duró un cuarto de hora porque de nuevo se lesionó Messi y se reinventó el Barça.
El 10 ni calentó ni jugó sino que se paró y se retiró después de un pase fallido cuando tiraba la contra. Nada nuevo en el delantero argentino, discontinuo desde la dichosa rotura muscular de abril en París, capaz de protagonizar partidos correctos como el del miércoles en Milán y de quedarse cojo en estadios como el del Almería o del Betis. No se sabe qué tiene Messi. No habla, solo se toca la pierna y no hay respuesta de por qué se le ha quedado esa cara de enfermo que siempre niegan desde el Barcelona.
El plantel ya se ha acostumbrado a jugar sin Messi. A veces parece incluso que hay dos equipos en función de si está o no el 10. Mientras estuvo el argentino en la cancha, diezmado como caminaba, los azulgrana jugaron con uno menos, para suerte del Betis. Atacaban como balines los verdiblancos, dominadores del partido, muy ofensivos. La pelota era del Betis. Valdés sostuvo entonces al Barcelona con dos paradas sobresalientes a tiros a bocajarro de Jorge Molina y Juan Carlos.
Apenas salía el Barça de su campo, exigido por el rival, incómodo en el arenal del Villamarín, reiterativo en la pérdida del balón e impreciso en el pase y en el contragolpe que siempre se perfilaba por el lado de Neymar. El brasileño parecía un delantero afeitado, al igual que Pedro, uno y otro pendientes de Messi.Retirado el 10, Neymar y Pedro asumieron los galones con Iniesta y dejaron dos goles en dos minutos después de dos jugadas propias de la liga inglesa por la implicación de Song y Cesc.
Neymar estuvo tan certero en la asistencia de Cesc (0-1) como listo cuando se salió de la jugada de Pedro para no invalidar el tanto del canario (0-2). El tercero no llegó por un dedo después de que Pedro no embocara un centro de Neymar.Valiente y generoso desde la salida, el Betis quedó aturdido por la efectividad del Barça. La misma película se repitió a la salida del descanso: Bartra neutralizó un tiro de Vadillo y Nono remató al poste antes de que Neymar se estrellara por dos veces ante Sara.
Ya no hubo más concesiones por parte del Barça. El tercer gol fue tan solemne que su recuerdo convirtió en rutina el tiempo que quedaba de partido. Hasta cinco futbolistas se juntaron en el área del Betis. Tocaron de manera fina y exacta Cesc, Neymar, Pedro, Xavi, Iniesta y Montoya para que remachara Cesc.El volante volvió a repetir más tarde con el gol del cojo y en la prolongación Jorge Molina anotó el tanto del honor después de un penalti de Alves a Matilla.Acabado el partido, refrendado el liderato con una goleada, se volvía a hablar de Messi.
El bíceps femoral de la pierna izquierda del 10 amenizará durante 15 días el debate en Barcelona. Hasta el próximo partido con el Granada. Rota Martino, se lesiona Messi y el equipo sigue solucionando los partidos, incluso sin Busquets y con Song, tan notable como Iniesta. No quiere perder futbolistas el técnico para cuando se jueguen los títulos. Messi ve partir a Cristiano Ronaldo mientras el Barça se fortifica al frente de la Liga con el juego directo y vertical personificado en Cesc.