Las dos figuras del Barça jugaron juntos 17 minutos en el debut del Tata Martino
Barcelona apabulló 8-0 al Santos FC, antiguo equipo del ariete brasileño
Barcelona. EFE Había sido presentado como un Trofeo Joan Gamper de los de antes, como aquellos tiempos en los que el equipo jugaba por primera vez a ojos de la afición.
Y así fue, al menos en lo que se refiere a la nueva dupla azulgrana, Messi y Neymar, que durante 17 minutos coincidieron por fin sobre el césped del Camp Nou, en la goleada 8-0 ante el Santos.
El momento se hizo esperar hasta el segundo tiempo, cuando el nuevo técnico, Gerardo Tata Martino, puso a ocho nuevos jugadores sobre el césped, entre ellos Neymar. Como regalo al Camp Nou, mantuvo durante un cuarto de hora a Messi, que había sido titular.
La afición tenía ganas de oler la conexión entre el genio de siempre y el mago que llega, y el sparring fue el exequipo del brasileño, piñata en la juerga azulgrana.
El partido tuvo tiempo para multitud de goles, intuir el estilo del Tata, recordar a Tito Vilanova, ver promesas del club e incluso un poste de Neymar.
Messi firmó su primer tanto al 7’ y el defensa Leo hizo el 2-0 en propia puerta tres minutos después. Alexis Sánchez (20’) y Pedro (28’) cerraron el 4-0 de la primera mitad.
Ya en la segunda parte, Cesc Fábregas (53’ y 67’), Adriano (74’) y el camerunés Dongou, un canterano de 18 años, hizo el definitivo 8-0.
Debut. Lo barroco del marcador contrastó con la austeridad de la presentación del equipo, donde el club no se entretuvo con florituras. Una coreografía de bailarines y un numeroso coro de niños que entonó el himno azulgrana precedieron a la salida de los jugadores.
El histórico speaker Manel Vich, quien no se ha perdido ni una sola de las 48 ediciones del Gamper, dio la bienvenida al cuerpo técnico que sucederá a Vilanova.
Así, Martino, su escudero Jorge Pautasso y los heredados Jordi Roura y Joan Ferrer surgieron entre una agradecida ovación.
Con uniforme azulgrana y dorsales con la tipografía infantil creada por Anna Vives, la plantilla fue saliendo por orden numérico, aunque Messi, Neymar y los capitanes quedaron para el final.
Introducido como “el mejor jugador del mundo”, lo de Messi fue como una aparición mariana que hizo temblar los cimientos de un Camp Nou que acabó coreándole.
También un tremendo griterío, aunque algunos pocos decibelios menos, provocó Neymar. Pasión desbocada, como la de un seguidor que saltó a abrazar al brasileño antes de iniciar el complemento.
El ambiente festivo tuvo su contrapunto en el emotivo homenaje al fallecido Antoni Ramallets, mito del legendario Barça de las Cinco Copas liderado por Kubala.
Dos ramos de flores permanecieron junto a ambas porterías todo el partido.Fueron los únicos toques de solemnidad a una fiesta que da el disparo de salida alBarça 2013-14. El de la sonrisa ilusionante de Neymar, el hambre insaciable de Messi y el gran reto del Tata.