Messi y Neymar se sabían observados, el epicentro de todo lo que acontecía en el Camp Nou minutos antes del arranque del partido ante el Santos en unanueva edición de Trofeo Joan Gamper. Sus guiños y risas nerviosas daban pistas de la buena sintonía que parecen tener fuera del campo. Messi parece haber sido un buen anfitrión. Neymar, un aplicado novato que ha llegado doblando la cresta ante el "mejor jugador del mundo" como se ha hartado de decir aunque fuera de cara la galería y por aquello de entrar con buen pie. Todo, en cualquier caso, estaba listo para el momento que más ansiaba el Camp Nou:verlo jugar juntos.
Gerardo Martino, sin embargo, no estuvo por la labor de hacer gestosgratuitos a la grada y respetó el once clásico del Barça y mandó a Neymar al banquillo para que viera con tranquilidad donde llega. Así, a ras de césped el crack brasileño vio cómo Messi marcaba el primero de los ocho goles que le iban a caer al Santos, su Santos hasta hace apenas unas semanas. Neymar rápidoentendió quién es todavía la estrella y quién manda así que cuando llegó su turno, se aplicó el cuento.
El momento cumbre de la noche llegó a vuelta del descanso, cuando Martino remozó el equipo e incluyó a Neymar. Adentro le esperaba Leo Messi, que le hizo un gesto de bienvenida poco antes de pedirle la primera pelota. Neymar tardó apenas unos minutos en entrar en contacto con su primer balón en un Camp Nou entregado. La arrancada del brasileño despertó un run-run en la grada que esperaba uno de sus vertiginosos regates. Sin embargo, levantó la cabeza, frenó y se la 'puso' a Messi. Era su particular forma de respetar la jerarquía.
Como también lo fue su asistencia a Cesc Fábregas, el otro gran protagonista de la noche con dos goles. El brasileño, quizá en su faceta menos conocida enEuropa, aparcó su instinto de regateador nato para servirle alcentrocampista un balón dulce que éste aplastó en la escuadra con gusto. Ahí también Neymar supo respetar el escalafón del Barça.
Antes de que pudieran haber coincido en alguna acción más (Neymar buscó a Messi en un sensacional cambio de juego casi imposible), el 'Tata' partió el camino de sus estrellas. Mandó al '10' a la ducha y dio vía libre al brasileño, que arrancando desde la izquierda, donde antes lo hacía Villa, escarbó en la defensa del Santos para poner en jaque a todos. Neymar creció con los minutos y dio claros síntomas de que su respeto por el establishment no va a impedir en que su presencia sea como un ciclón cuando la forma física y la confianza de los minutos le den alas. Sólo le faltó un gol para redondear el debut soñado. El larguero se lo arrebató.