Los azulgranas siguen con su campaña de protección al brasileño a una semana del gran clásico frente al Real Madrid, según la opinión de Antonio Blasco
El Barcelona sigue preocupándose más de proteger a Neymar que de seguir haciendo el buen fútbol mostrado hasta el momento. Bien es cierto que el jugador brasileño volvió a recibir palos en el Sadar, pero hay que dejar de quejarse. Si hay algo que tiene que reclamar el Barcelona son las tan frecuentes ayudas arbitrales al gran rival, Real Madrid, a las que parecen haberse acostumbrado en la ciudad condal.
Durante muchos años he visto como se ha machacado a Andrés Iniesta, tanto en el Barcelona como en la selección, y nunca se hizo una campaña en defensa del manchego. Igualmente, se le ha dado hasta en el carnet de identidad a la estrella azulgrana Leo Messi, y nunca se exageró tanto en la llamada a la actuación arbitral. Ni hablar ya de otros jugadores, en equipos menos mediáticos, como el caso de Jesús Navas en el Sevilla o José Antonio Reyes, en sus mejores tiempos.
Entiendo al Barça en su defensa hacia su fichaje estrella y en su intención de llamar la atención a los árbitros, sobre todo de cara al clásico del próximo fin de semana, en el que pita Undiano Mallenco, que tan poco gusta en Barcelona. Más aún después de su permisividad en la final de Copa del 2011, en la que los jugadores del Madrid destrozaron a patadas a los azulgrana y, sobre todo, a las últimas declaraciones del cancerbero Iker Casillas.
Ante el Celtic, Valladolid y Osasuna entre otros, Neymar recibió de lo lindo, pero son gajes del oficio. Rosell, Martino, Zubizarreta podrían dejar a un lado las quejas y poner el foco en el juego, lo que mejor sabe hacer el Barcelona.
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